Stylus cumple 35 años y vuelve a fabricar productos
2 de Julio de 2013Mariano Fernández, Presidente, recuerda los hitos de la empresa, reflexiona sobre la complejidad argentina y anuncia en esta nota la fabricación de memorias
Stylus acaba de cumplir nada más y nada menos que 35 años distribuyendo IT en Argentina. Acostumbrada a los vaivenes del mercado local, la empresa supo dar los pasos adecuados en los momentos clave, y ahora va por más al ritmo de las exportaciones, la sustitución de importaciones y la fabricación de productos en un nuevo edifico.
CanalAR tuvo la oportunidad de dialogar con Mariano Fernández, Presidente de Stylus e hijo de uno de sus fundadores. En esta nota, recuerda los hitos de la empresa, reflexiona sobre la complejidad argentina y anuncia que la empresa comenzará la fabricación de productos como memorias, pen drives y power adapters.
- ¿Con qué objetivos y en qué contexto surgió Stylus?
- Stylus nació en 1978 como un emprendimiento de dos personas que rozaban los 30 años. Alberto Fernández, mi padre y Roberto Speroni. Mi padre venía de trabajar en Olivetti, comercializando máquinas de escribir y calcular. En su momento surgió la idea de poder independizarse y abir una empresa propia. Y así se empezó: un comercio en Lavalle y Parana con venta al público, un grupo de 5 personas que vendían máquinas de escribir Olivetti, Underwood, Remington, calculadoras y que además ofrecían servicio técnico.
- ¿Por qué Stylus?
- La particularidad de la historia es que el nombre lo heredamos, no fue una idea propia. En esos momentos, por un tema económico, cambiar el contrato del alquiler generaba gastos abultados, entre la penalidad de rescisión y la famosa "llave" que se pagaba por aquellas épocas, un valor fijo alto por única vez que hoy ha caído en desuso. Por todo ello se iba del presupuesto inicial. En ese local funcionaba un local de música. Stylus en inglés es aguja/púa y así se llama a la púa de los tocadiscos. Así que se decidió, "comprar" la sociedad y continuar con el mismo contrato de alquiler, siendo esta modalidad más económica, ya que los dueños originales no iban a continuar con la actividad que tenía menos de un año.
- ¿Cómo analizarías la evolución de la empresa en estos 35 años?
- Dividamos en décadas. En los 80 no solamente se trataba de vender tecnología: había que explicarle a la gente para qué servía, de qué se estaba hablando, que solución iban a poder brindarle los productos que comercializábamos. Y no eran sólo las primeras computadoras, sino las calculadoras y hasta las máquinas de escribir más sofisticadas, como las IBM Composer, o las procesadoras de texto. Ni que hablar de las primeras home computers y las novedosas PCs. En los 90 vino el consumo. La explosión del mercado, la incorporación de nuevas marcas y el comienzo de Stylus como distribuidor mayorista con la proliferación de miles de canales de comercialización. En el 2000, la etapa más dura de la compañía. En septiembre de 2001 falleció nuestro mentor y con él parte del alma de la compañía. A los dos meses, vino el corralito y la tan conocida crisis. Ese fin de año fue el punto de inflexión para nosotros. Tenía 22 años, un grupo de trabajo dentro de Stylus conformado, pero la decisión estaba dentro de mi familia: ¿qué hacíamos? Sin presión alguna, decidimos continuar, venían momentos duros pero veíamos las oportunidades. Creo que no nos equivocamos. Ya pasaron un poco más de 11 años de ese momento y acá estamos.
- ¿Hoy?
- La actualidad es una etapa particular donde las decisiones dependen de muchos factores que escapan a las decisiones particulares. Llega la etapa de la adaptación a las nuevas reglas que en Argentina además no sólo tienen que ver con los cambios o tendencias tecnológicas globales sino a la problemática propia de nuestro país. Lo tomamos con preocupación lógica pero también con entusiasmo. Ya no sólo estamos en el negocio de informática, creamos un departamento de exportación, dedicado a la venta de diferentes productos de nuestro país y aceptamos el desafio de salir a venderlos al mundo. Compramos un nuevo edificio para la implementación de una linea de SMT, fabricando memorias, pen drives, power adapters y otros productos que no son de informática, pero que están basados en la electrónica. Sumamos mano de obra y empezamos a sustituir importaciones y aca estamos, innovando y adaptándonos, la receta de mi padre.
- Siempre buscamos dar un poco más al negocio de distribución, agregando valor al canal. Consideramos que vender y distribuir es un punto importante pero no el único. Detrás viene el servicio y el compromiso por nuestros socios en la distribución, ellos son nuestos puntos de venta, nuestras manos que ejecutan por lo que tenemos que cuidarlos y capacitarlos. Manejamos una de las agendas más grandes del mercado de road shows por todo el país y presencia en eventos. Sucursales en Córdoba, Mendoza y Rosario. Servicio de financiación, de leasing, venta electrónica via web, programas de recompensas pensadas para nuestros canales, etc. Entendemos que estamos para ayudar al reseller y motivarlo, que tenemos que brindarles todas las herramientas que tengamos a nuestra alcance y ser el vehículo necesario para vincular una necesidad del usuario final con una oportunidad para que nuestro canal pueda aprovecharla. Capacitación y desarrollo constante de nuestra gente y a nuestros clientes es una de las claves y lo demás, trabajo y trabajo.Un ejemplo del pasado es mencionar que fuimos uno de los primeros que trajimos el negocio de impresoras láser y notebooks al país. A fines de los 90 vendíamos más notebooks que IBM y Compaq juntos, éramos líderes en PCs en aquella época, algo impensado para un distribuidor en la actualidad, pero era lo que se requería en ese momento y allí estuvimos, apostando a crecer, los resultados están a la vista.
- ¿Cuáles creés que fueron los principales hitos de la compañía?
- Son muchos años y varias cosas quedarían afuera. Ser parte de la introducción del negocio de la informática a la Argentina, desde el inicio. No haber cambiado la razón social de la compañía, ni su dirección legal. Ser los mismos y tener la misma cuenta de banco (a pesar de que el banco ya cambio tres veces de manos) es algo inédito y único, no sólo en Argentina sino el toda América Latina. La fabricación por casi cuatro años de una computadora personal de una marca internacional.... ¡pero en los 80! La representación de marcas de primera línea desde el inicio de la compañía, y ahora vamos por más. La apertura de sucursales en el interior en el momento más complejo del país y de la compañía, durante 2002. Contar con más de 10.000 m2 en instalaciones exclusivamente dedicados al negocio. La reciente apertura de la línea de SMT, volviendo nuevamente a la fabricación que veníamos desarrollando con PCs y notebooks de marca propia para fines específicos.
- ¿Cómo definirías la actual estrategia de la empresa y sus principales desafíos?
- La estrategia de Stylus es tratar de mantener el nivel de negocios con los clientes lo más alto posible. El desafío está en el trabajo en equipo, en la estrategia y la creatividad desarrollada aplicada a las nuevas reglas del juego. Aprendiendo de todo lo nuevo. Por suerte ya tenemos un año exportando y la experiencia aporta, aunque siempre aparecen problemas y situaciones a resolver para las cuales debemos tener una respuesta adecuada y rápida. Ahora en lo inmediato, el desafío principal es la fase final de la nueva linea de SMT. Terminando toda la implementación y afinando todos los detalles que aparecen con los primeros productos.
Más información: www.stylus.com.ar.