Tierra del Fuego: debates en torno a la política de protección industrial

29 de Noviembre de 2013
Según el consultor Enrique Carrier, "habrá que estar preparado para un nuevo debate y ofrecer salidas creativas y progresivas"

La pregunta se la hace el consultor Enrique Carrier, que a través del Blog Comentarios dio a conocer hoy su punto de vista sobre la realidad de las políticas de incentivo a la producción en Tierra del Fuego.

"Las novedades en los más altos niveles de gobierno implican no sólo cambios en términos de nombres sino también la revisión de ciertas políticas que demostraron ser poco eficaces. Hay que tener en cuenta que, más allá de los discursos políticos, la base del problema está en un gasto que creció por encima de los ingresos. Corregir este rumbo implica no sólo hacer crecer los ingresos (nuevos impuestos, endeudamiento, etc.) sino también, aunque es menos simpático, recortar gastos (como reducción de subsidios, de exenciones, etc.)", inicio Carrier su post.

Su análisis fue impulsado por la aparición de diversos artículos que cuestionaron la actual política de protección industrial a la isla, ahora también "desde medios que podrían considerarse cercanos al oficialismo". Los puntos principales del debate son el alto costo fiscal, los costos de producir en la isla, los costos finales de los productos y la no incidencia en la reducción en la demanda de divisas por importación de partes.

"El costo fiscal (o costo de oportunidad por lo que el Estado deja de percibir) fue estimado en alrededor de $ 5,6 mil millones en 2012 equivalente a más de mil millones de dólares a la cotización de ese año. Esto es lo que el Estado dejó de recaudar en concepto de exenciones impositivas (IVA, ganancias y derechos de importación)", continua Carrier. "A pesar de éstas, los costos de producir son altos y por lo tanto, poco competitivos, incididos principalmente por los salarios (que en Tierra del Fuego son claramente más altos que en el resto del país) y la logística que implica llevar componentes hasta la provincia más austral y traer los productos terminados nuevamente al continente".

"Como reacción típica de épocas que requieren mayor austeridad, lo que ahora se cuestiona es si el costo no excede los beneficios", asegura el consultor, para quien no habrá cambios inmediatos en las políticas, "pero el rio suena y en un escenario de correcciones (por no decir ajuste) seguramente este régimen sea crecientemente cuestionado".

Volumen y escala

"De entrada el proyecto no era sostenible en el tiempo salvo que esten dispuestos a asumir un costo importante. Me parece inevitable que dada la situación actual, ahora se empiece a hablar de esto", aseguró Carrier en diálogo con CanalAR.

"Una cosa es que se proyecte una industria para que crezca y se desarrolle. Pero si no ha condiciones como para que esto prospere, nunca podés sacarle el andador sin que se caiga. En Tierra del Fuego no existe una industria de suficiente volumen como para tener una economía de escala", agregó.

"Habrá que estar preparado para un nuevo debate y ofrecer salidas creativas y progresivas para que la solución no pase simplemente por arrasar con lo existente. Un camino difícil. Pero no en vano, la política es el arte de lo posible", finaliza el artículo.


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