La videovigilancia IP puede evitar fugas de prisiones

5 de Diciembre de 2013
Según Juan Pablo Tavil, de Axis Communications, los sistemas avanzados de videovigilancia son clave para aportar más seguridad a los centros penitenciarios

Por Juan Pablo Tavil, Gerente de Ventas para el Cono Sur de Axis Communications en Sudamérica.

Según un estudio realizado por el Sistema Nacional de Estadísticas sobre la Ejecución de la Pena, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la nación, se registraron casi 3 mil intentos de fuga en Argentina solo en el 2012.

Juan Pablo Tavil, Gerente de Ventas para el Cono Sur de Axis

Los casos más recientes involucraron la construcción de un túnel en el complejo penitenciario más importante del país y salidas por el techo de la cárcel. Pero es deber de las autoridades penitenciarias asegurarse que los lugares donde se cumplen condenas sean seguros y estén equipados con los recursos materiales y humanos necesarios para garantizar el mantenimiento y la consecución de sus objetivos.

Dada la naturaleza de estas instituciones, los sistemas de videovigilancia constituyen un componente esencial en la configuración de las prisiones durante décadas. Hoy en día, algunas de las tecnologías y características de video IP contribuyen a optimizar tanto la gestión de estas instituciones como su propio funcionamiento en materia de seguridad.

Requisitos previos

En las cárceles hay dos zonas claramente diferenciadas. Por un lado, el perímetro, y por otro, los diversos edificios o bloques en los que se desarrollan las actividades de la prisión. En una cárcel todo obedece a un protocolo; todas las posibles situaciones son siempre previstas y las respuestas se establecen para hacer frente a cualquier acción.

El área de perímetro es la barrera que separa el centro de la vida al aire libre. Por tanto, debe contar con medidas de disuasión y de seguridad para evitar cualquier posibilidad o intento de fuga y evitar la circulación de cualquier elemento material del exterior al interior o viceversa. En estas áreas vale la pena la instalación de cámaras térmicas con módulo de análisis anti-intrusión, debido a que son capaces de cubrir grandes distancias y, como poseen la tecnología térmica que detecta las temperaturas en lugar de la luz, no tienen las limitaciones de las cámaras "visuales" en condiciones de total oscuridad, niebla o lluvia intensa.

De forma complementaria, el uso de cámaras IP, siempre con una protección anti-vandalismo, con Amplio Rango Dinámico (WDR) y alta sensibilidad a las situaciones de poca luz, es fundamental para evitar situaciones de fuerte contraluz o con poca luz, como las que habitualmente prevalecen las puertas de acceso de nivel.

En una cárcel se deben cubrir muchas áreas que, debido a su morfología, son más largas que anchas: el perímetro, corredores y alas. En estas zonas se pueden aprovechar las características como el Corridor Format que se invierte y convierte los sistemas HD 16:9, propios de formato de vídeo, en formato 9:16 con exclusión de la parte de la imagen que no trae información relevante para el sistema de vídeo.

La calidad de imagen es otro aspecto que resulta fundamental en una prisión. El uso de cámaras con resolución Full HD y megapíxeles puede ayudar, además de mejorar la calidad de la imagen, para cubrir zonas más grandes de visión y, por lo tanto, evitar los puntos ciegos al cubrir un área tan amplia como un patio.

Las innovaciones a través del IP

Las prisiones también se caracterizan por la presencia de múltiples centros de control, por lo general un bloque, más otros de centralización y lo que se denomina la "sala de control". Esas distintas necesidades de acceso solían ser una pesadilla para los antiguos sistemas de videovigilancia analógicos, pero la migración hacia el video digital permitió visualizar múltiples secuencias de vídeo configurables individualmente, incluso si sólo se utiliza un formato de compresión, lo que es muy útil porque permite definir diferentes grados de secuencias en función de si están destinados para su visualización, grabación local o remota.

Del mismo modo, las características como la posibilidad de almacenamiento de borde (Edge Storage) son muy interesantes porque presentan la posibilidad de grabar imágenes en tarjetas SD en la propia cámara y crear sistemas de vídeo redundantes y tolerantes a los fallos y de alta disponibilidad.

En una prisión se deben proporcionar todos los aspectos de la seguridad, así como las respuestas para cualquier tipo de situación que pueda ocurrir internamente. No es aceptable que se produzcan situaciones sin dejar rastro en el sistema de vídeo. Por eso, también es muy útil emplear cámaras ocultas y que el modo de análisis “antisabotaje” (manipulación) alerte a los operadores en caso de desconexión de la cámara, si se deteriora el módulo de visión o cuando el objetivo está cubierto con un aerosol o cualquier otro tipo de objeto.

Uno de los aspectos diferenciadores con respecto al vídeo analógico es la capacidad de las cámaras IP para gestionar el audio. Estas permiten establecer umbrales (en decibeles), de los que se generan las alertas o alarmas. Generalmente, antes de una rebelión o una pelea, hay un intercambio de insultos u otros tipos de provocaciones verbales que se pueden identificar tempranamente y ayudar a prevenir posibles incidentes.

El desarrollo y la innovación que ofrece el mercado contribuyen a que los sistemas de vídeo sean más dinámicos y permitan aprovechar las nuevas características, difíciles de obtener con sistemas analógicos de videovigilancia. La capacidad de inteligencia de las cámaras IP sin duda puede contribuir a proporcionar entornos penitenciarios más seguros y mejor administrados.


Más información: www.axis.com.