Carrier sobre Argentina Digital: "el sabor final es agridulce"
31 de Octubre de 2014El analista opinó sobre el proyecto de ley que el Ejecutivo envió al Senado el pasado miércoles: "Puede servir para abrir camino en la selva, o para decapitar a las tribus enemigas"
El pasado miércoles el Poder Ejecutivo nacional envió al Senado de la Nación el proyecto de ley "Argentina Digital" para declarar de interés público el desarrollo y regulación de las tecnologías de la información, las comunicaciones y sus recursos asociados, estableciendo y garantizando neutralidad en las redes.
"Las disposiciones de la presente ley tienen como finalidad, entre otras, garantizar el derecho humano a las comunicaciones, reconocer a las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) como un factor preponderante en la independencia tecnológica y productiva de nuestra Nación, y promover el rol del Estado como planificador, incentivando la función social que dichas tecnologías poseen", dice el documento enviado al Senado.
El analista de mercado Enrique Carrier realizó un análisis inicial sobre el proyecto en su blog Comentarios: "Es bueno que la legislación se actualice y que de una buena vez se considere al transporte independientemente del contenido. Algo que se viene reclamando desde hace tiempo y que se hizo más evidente luego de la promulgación de la ley de servicios de comunicación audiovisual (SCA)".
"Siendo entonces que todas las redes son iguales, resulta lógico que se permita que todo contenido pueda ser transportado por toda red apta. Aquí es donde entra quizás uno de los puntos más mediáticos (aunque no necesariamente el más relevante) del proyecto de ley, que es que las empresas telefónicas puedan transmitir TV", agrega Carrier en su análisis.
"Se habilita así la oferta de servicios Triple Play para las telefónicas, servicio que ya era ofrecido por varios operadores de TV paga (como Telecentro o Supercanal) y cooperativas, no así por Cablevisión, a quien no se le habilitó numeración para dar telefonía a pesar de contar con licencia para hacerlo. Pero esto entra en el terreno de la disputa política casi personal entre el Grupo Clarín y el Gobierno".
La declaración de servicio público y la desagregación del bucle local (unbundling)
Con respecto a declarar como servicio público y garantizar el acceso a las telecomunicaciones, Carrier opinó que la experiencia local demuestra que muchas veces las tarifas de los servicios públicos se fijan políticamente por debajo de los costos, algo que repercute en la calidad de servicio.
"El tema es más relevante en el caso de las telecomunicaciones, ya que éstas están en constante evolución, lo que podría repercutir en la actualización (léase inversiones) necesaria. En otras palabras, la fijación de la tarifa no es garantía de buen funcionamiento", opinó.
Y con respecto a la desagregación, el analista explicó que "lamentablemente, la desagregación no fue reglamentada en los últimos 14 años, si bien desde entonces hay libertad para competir. (...) Así, por el paso del tiempo y el surgimiento de algunos competidores, las bases para la exigencia de desagregación para los incumbentes fueron perdiendo fuerza. El caso de las cableras es claramente distinto. Éstas construyeron sus redes desde cero en un marco de competencia, por lo que seguramente no verán con buenos ojos que se les exija ahora permitir el uso de éstas a sus competidores. En definitiva, esto debería ser un derecho del dueño de la red, no una obligación".
"En resumen, puede decirse que el proyecto Argentina Conectada es una buena noticia en su espíritu y en la actualización tecnológica que aporta. Retoma varias iniciativas del decreto 764/2000 que significó la apertura de las telecomunicaciones pero que, por los sucesos políticos del 2001 y la inacción regulatoria posterior, nunca llegaron a implementarse debidamente. Pero a diferencia de este decreto (que ahora deroga) genera un signo de interrogación su sesgo intervencionista así como las vaguedades que pueden dar lugar a una discrecionalidad eventualmente cuestionable. De hecho, muchas decisiones quedan en manos de una futura autoridad de aplicación. En este sentido, podría asemejarse a un machete: puede servir para abrir camino en la selva, o para decapitar a las tribus enemigas", finalizó Carrier.
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