La manzana (ya no) prohibida
31 de Marzo de 2017"El retorno del iPhone a la Argentina tendrá implicancias que van más allá del producto de la manzanita mordida"
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Luego de meses y meses de especulaciones, más precisamente desde la asunción del actual gobierno, finalmente esta semana se confirmó el regreso oficial del iPhone al mercado argentino. Fueron 6 años donde la única forma de adquirir este smartphone era viajando al exterior o incursionar en el mercado negro autóctono. Al menos en una primera etapa, el mismo será comercializado por Claro como único operador mientras que las cadenas Garbarino y Frávega también se sumarán desde el retail.
Más allá de la alegría de algunos (por la vuelta al mundo “normal”) y la indignación de otros (por su precio), este retorno tendrá implicancias que van más allá del producto de la manzanita mordida.
Si bien todavía no se publicaron los precios de los distintos modelos, trascendió que llegarían a aproximadamente $ 31.000 para el tope de la gama, el S7 Plus. Por supuesto, el primer cálculo que hace cualquiera es pasar este valor a dólares (casi US$ 2.000) e inevitablemente surge el “me voy a Miami, lo compro allá y me sobra plata”.
Argentina es indudablemente un país con una alta presión tributaria. En el caso de los celulares, éstos tienen impuestos que inciden directamente en su precio al público. Un 18% corresponde a aranceles de importación, un 21% a impuestos internos (que no es una suma de impuestos sino uno específico para determinados bienes considerados suntuarios) y un 21% de IVA. Se trata de impuestos que se aplican en distintas etapas de la cadena comercial, con lo cual no es correcto sumarlos y decir que es un 60%. A esto hay que agregarle los costos locales de comercialización y, obviamente, el margen de ganancia. De esta forma se llega rápidamente una relación que es mayor al doble de su costo en origen. La comparación con la producción en Tierra del Fuego es inevitable. Allí, los componentes importados no pagan aranceles, mientras que los impuestos internos son de tan sólo el 7%.
La llegada del iPhone plantea diversos temas. El primero es que, a pesar de los discursos, existía en los hechos una prohibición para importarlo. En teoría, cualquiera podría haberlo hecho pagando los aranceles e impuestos que ahora se le aplican. Sin embargo, nadie lo hizo (legalmente). Evidentemente, alguien dio un visto bueno y la cosa ahora cambió. Quizás es una forma de transmitir un mensaje de que Argentina está ahora abierta al mundo…
Por otra parte, la aplicación de los impuestos internos a los celulares suena anacrónica. Se trata de un tributo que se aplica a bienes suntuarios, pero si estos son consumidos por prácticamente toda la población del país, como es el caso de los celulares, no queda en claro qué tienen de suntuarios. Misterios tributarios.
Finalmente, la diferencia práctica entre un celular y una tablet (y por qué no una computadora) es que el primero tiene una radio que se conecta a las redes móviles y la segunda no. Esta pequeña sutileza impide a los celulares gozar del arancel 0 otorgado a tablets, notebooks y PC. Delicias de las regulaciones.
Por el momento, el impacto de la llegada del iPhone será más político y marketinero que comercial. Los volúmenes iniciales de importación son bajos (algunos hablan de 15 mil unidades, pero lo que se puede ver por Aduana es por el momento menor), quizás a la espera de la reacción de la demanda considerando su precio. Como referencia, existe hoy una base instalada de casi 1 millón de equipos funcionando en las redes argentinas, con un ingreso al mercado del orden de las 300 a 400 mil unidades anuales, según surge del informe “Mercado celular argentino 2017”. Se trata de aproximadamente un 3% de las ventas totales anuales (considerando el mercado oficial y el negro), lo que marca que la llegada oficial del iPhone no causará un gran impacto en las cifras del mercado. Quizás su mayor impacto tenga que ver con que ya no habrá marcas prohibidas. Y eso en sí es un gran avance hacia una normalización que todavía tiene camino por recorrer.
(*) Enrique Carrier: Analista de mercado especializado en Internet, informática y telecomunicaciones, con más de 20 años de experiencia en el sector tecnológico. Además, es el editor de “Comentarios”, el newsletter semanal y blog de Carrier y Asociados