Relaciones comerciales, estúpidas o inteligentes

4 de Mayo de 2017
"Invierta en crear procesos que le permitan tener relaciones sólidas con sus clientes. Es un buen momento para ir a las cosas que no fallan", opina Gabriel Suarez

Soy un lector fanático de Umberto Eco. En su obra póstuma el extinto maestro no ha elegido un título muy optimista: "De la estupidez a la locura".

En el compendio de notas de este libro, Eco no ahorra tinta para hablar de la locura y la estupidez de este mundo moderno dónde "casi toda la humanidad ha sido presa del mismo frenesí y ha dejado de mantener relaciones cara a cara, de contemplar el paisaje y de reflexionar sobre la vida y la muerte para dedicarse a hablar de manera compulsiva casi siempre sin tener nada urgente qué decir".

Dejar de mantener relaciones cara a cara y mantener relaciones mediadas por las pantallas, con gran dependencia del móvil y las redes sociales. Hoy por ejemplo, que se "cayó" WhatsApp por un par de horas, pareciera ser un asunto de gran importancia para el desarrollo de la humanidad y de los negocios.

Y las relaciones son muy importante para los negocios. Es una verdad de perogrullo. Pero no está mal plantearnos qué clase de relaciones construimos con nuestros clientes y socios de negocios. Cabe recordar que el software para la venta profesional tiene las siglas de CRM (Customer Relationship Manager). Cosa curiosa que se pueda administrar una relación.

En junio, los muchachos de los canales de distribución, entendiendo bien esto, piensan volver al corazón del negocio del "cara a cara" y van a latir al ritmo del Pulso IT para, astutamente, crear un espacio necesario. Un espacio de encuentro, de charlas, un canal que se está degradando al ritmo del crecimiento del Cloud.

Al discurso tecnológico le encanta jugar a las adivinanzas, sobre el futuro, cómo proyectarse. Pero lo cierto es que no tenemos ni la menor idea de lo que nos depara el futuro. Sí claro, sirven las tendencias. Pero esto me recuerda al chiste de aquel que llama a una puerta en la que aparece escrito “Adivino”. Y una voz le pregunta desde dentro: "¿Quién es?".

Lo que no hace falta adivinar es que las empresas que hoy venden hardware deben reinventarse para vender servicios, deben profesionalizarse, apostar a la construcción de relaciones más cercanas con clientes, proveedores y socios de negocios.

Por otra parte, las empresas de software se encuentran sedientas de recursos humanos calificados. Esperemos que los esfuerzos de Carlitos Pallotti y sus 100.000 programadores den pronto algún respiro. De utopías vive el mundo.

Esperemos que este evento integre el mundo del hardware con el mundo del software que por demasiado tiempo estuvieron separados como si se trataran de dos industrias diferentes. Una pena, porque conozco gente muy inteligente y talentosa de extremo a extremo de toda la industria.

Sea inteligente. Invierta en crear procesos que le permitan tener relaciones sólidas con sus clientes. Es un buen momento para ir a las cosas que no fallan.

(*) Gabriel Suárez: Gabriel Suarez, director de StorySelling