La pandemia que golpeó al mundo hace ya dos años obligó a que las sociedades se vieran enfrentadas a un desafío inédito en materia de comunicación: mantenerse conectados a pesar de la distancia que nos separaba. El mundo estuvo activo gracias a la tecnología y a los cables ópticos que recorren el planeta entero por vía terrestre y submarina para brindar conectividad.

La fibra óptica fue sin dudas el protagonista silencioso de todo este tiempo. Desde que inició la cuarentena en marzo de 2020, la infraestructura de telecomunicaciones alivió en gran parte la necesaria adaptación a los cambios dramáticos que todos experimentamos, además de que amplificó la interacción del mundo moderno con la tecnología.

Un estudio de Research & Markets señaló que la tasa de crecimiento anual compuesta para el mercado de fibra óptica alcanzará el 8.5 por ciento anual para 2025, lo que significa que cada vez más industrias buscarán incorporar las soluciones y beneficios ofrecidos por esta tecnología de conectividad.

En la infraestructura industrial, ya sea en salud, manufactura, minería, entre otras, el cable de fibra óptica se volvió un componente clave para brindar accesibilidad y conexión de calidad con distintas soluciones con características particulares de cada caso.

¿Cuál es la capacidad real de este tipo de tecnología y cuál sería su alcance?

Los cables de fibra óptica constan de uno o varios hilos delgados de vidrio, protegidos por una funda transparente y flexible. En lugar de utilizar pulsos eléctricos para transmitir información, esta tecnología utiliza pulsos de luz. Como resultado, ofrece capacidades de rendimiento técnicamente ilimitadas.

Existen numerosas aplicaciones para los cables de fibra óptica y sus posibilidades aún siguen creciendo. Esto responde a sus características, entre las que se destaca que son extremadamente seguros. Al no contener un campo electromagnético, los datos transmitidos no se pueden interceptar, ralentizar ni mezclar con otras señales. La velocidad y seguridad otorgadas por la fibra óptica la vuelve un material competitivo a pesar de su alto costo en comparación con otras opciones de mercado.

Fibra óptica esencial

Durante la pandemia, los accesos a los servicios de telecomunicaciones fueron declarados esenciales por ser facilitador del trabajo, estudio, entretenimiento y actividades cotidianas de la sociedad. Las redes de telecomunicaciones resultaron fundamentales para recopilar, gestionar y difundir información médica. Por otro lado, esta tecnología también fue crítica para la logística de envío y manejo de materiales, y otros fenómenos que se incrementaron debido a los protocolos de seguridad por la pandemia.

Además, las redes de telecomunicaciones experimentaron un aumento de la carga y tráfico debido al Covid-19. El trabajo desde casa fue un ejemplo de este fenómeno, y el cambio de la educación en el aula a la educación virtual también incrementó el consumo y transmisión de datos. Por otro lado, el tiempo de cuarentena también llevó a un aumento en la utilización de aplicaciones de Internet: redes sociales, servicios de videoconferencia, juegos en línea y videos de entretenimiento.

Los operadores, por su parte, reconocen que el uso de la red aumentó y, con ello, también los requisitos de ancho de banda. Esto supuso activar más fibras y canales de longitud de onda, lo que a su vez contribuyó a la demanda continua de conjuntos de cables y otros productos que incorporaron terminaciones de fibra.

Mirando hacia atrás, desde hace 20 a 30 años, la demanda de cables y componentes ópticos fue aumentando con tasas de crecimientos anuales importantes, a menudo superiores al 10%. Los mercados de fibra óptica en general crecieron más rápidamente que otras industrias, incluso durante las recesiones económicas.

Por todo esto es que la fibra óptica está demostrando en los hechos ser un activo no solo de gran importancia para el nuevo mundo que se nos aproxima, sino que se transformó en el insumo y factor esencial que nos entrega el soporte cual columna vertebral para que la humanidad siga avanzando, sean cuales sean las crisis que enfrentamos hoy y en el futuro.

(*) Lucas Samyn: Ingeniero de Producto y Aplicaciones Furukawa Electric LatAm