Vuelven las compras puerta a puerta, ¿qué hay que saber?

El gobierno prepara el borrador para relanzar el servicio "puerta a puerta" para realizar compras directas en el exterior, que sería oficializado la semana que viene a través del Boletín Oficial.

El flamante régimen, no obstante, incluirá condiciones, trámites, impuestos y limitaciones, y esto es lo que se sabe hasta el momento. Por ahora, es para couriers privados.

La compra "puerta a puerta" permite recibir directamente el pedido al exterior en el domicilio, evitando las filas en la Aduana. La nueva normativa flexibiliza varias de las restricciones para comprar online de la AFIP.

El servicio establece un límite máximo de cinco compras anuales por persona, y los envíos no pueden superar los 50 kilogramos. Además, la compra no puede exceder los mil dólares, según el borrador al que pudo acceder La Nación.

En este sentido, la idea es desalentar la reventa de productos y cualquier finalidad comercial. En principio, no se podrán comprar más de tres unidades de la misma especie por pedido.

El borrador del proyecto establece una clara ampliación de los productos que pueden comprarse en el exterior: incluye alimentos, textiles y juguetes –tres mercaderías que requerían licencia de importación–, y ya no será necesario tramitar el régimen de identificación de mercaderías.

Sin embargo, cada comprador deberá notificar a la AFIP la recepción de la mercadería. El trámite consiste en un formulario online que deberá completarse dentro de los 30 días posteriores a la llegada del paquete. Los usuarios deberán pagar un impuesto y una comisión por el servicio, aunque aún no se sabe cuánto.

La excepción serán los libros, que no pagarán tasas o impuestos, y que no deberán ser declarados ante la AFIP. Este producto, junto con medicamentos y obras de arte, ya estaba exento de impuestos desde el 2014 por ser considerados "artículos de primera necesidad" (ver también: Compras online: Libros, arte y medicamentos quedan fuera de las trabas).

Es importante destacar que toda esta regulación se aplica específicamente a los couriers privados –Fedex, DHL y UPS, entre otros– y que por ahora no incluye al Correo Argentino. La resolución para el correo oficial sería publicada una vez que la norma entre en funcionamiento, y las condiciones serían muy parecidas.